Estamos a unos cuantos días de saber quien será el próximo gobernante de México, un país que ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en redes sociales.
Desde hace meses hemos visto circular contenido con muestras de apoyo, simpatía, apatía y burlas de los candidatos que participan en la contienda electoral, está claro que vivimos un año donde el número de usuarios en Internet creció 4 veces más comparado con 2006, así lo demuestra el Estudio sobre los hábitos de los usuarios de Internet 2018 de la Asociación de Internet en México.
Definitivamente no podemos hacer comparación alguna con los procesos electorales de años pasados, donde la sociedad mexicana se encontraba limitada al acceso a Internet y un dispositivo móvil.
Sin embargo esa ya no es una limitante, gracias a la expansión de la red de datos con las diferentes compañías telefónicas, los planes tarifarios que ofrecen y lo económico que puede ser adquirir un teléfono celular, hoy en día un usuario en promedio utiliza 5 redes sociales, basta con conectarse a una de ellas y generar alguna interacción con el contenido.
Este año definitivamente marco una pauta en el proceso electoral gracias al uso de las redes sociales, México se ha transformado digitalmente de manera que las personas no piensan igual que hace doce años.
Facebook ha puesto en evidencia muchas de las cosas sucias que se juegan en la política mexicana al alcance de sus usuarios, que reaccionan y comparten el contenido llegando a más audiencia.
Es claro el rechazo, hartazgo e inconformidad social de los últimos gobernantes. La gente exige un cambio verdadero no solo político sino de mentalidad, habrá que esperarnos al próximo domingo a mirar el resultado aunque definitivamente es claro desde hace mucho tiempo.
México es un país cada ves más inteligente, que sabrá actuar durante los próximos comicios electorales usando sus perfiles sociales ante un posible fraude electoral ¡estamos cerca de conocer el resultado!