Moviendo la economía en tiempos de coronavirus a través de las tiendas en línea

En momentos como los que vivimos hoy en México y el mundo, frente a la crisis de salud que desató el COVID-19 los llamados por parte del gobierno y la sociedad misma de #QuédateEnCasa es complicado de atenderlo, sobre todo para los emprendedores, pequeñas y medianas empresas los cuales sus ingresos dependen de un punto de venta.

Un contexto completamente diferente para las grandes empresas que cuentan con canales offline y online; puede que el primero por disposición oficial esté cerrado pero tiene la ventaja de que la segunda puede operar 24/7 como el canal de venta que le permitirá operar y sobre llevar la contingencia de forma normal, quizá con pequeños retardos en el servicio por la dependencia de empresas involucradas en el proceso, pero será el que mantenga el negocio a flote.

El dinero se mueve lento, pero se sigue moviendo mientras todo se normaliza. Es curioso cómo en estas situaciones, donde la gente no quiere salir de casa por miedo al contagio, permiten descubrir las verdaderas áreas de oportunidad que tienen los comercios electrónicos para una PyME y viceversa, cómo las personas se atreven a perder el miedo de realizar transacciones en línea a fin permanecer en su domicilio y solo salir a su puerta por un pedido.

Estoy consciente de que este modelo de negocio no aplica para todas las marcas del país, pero quizá en ciudades grandes de México sea el momento de revisar una estrategia omnicanal, de dar el siguiente paso a una transformación digital y adaptarse a una nuevas soluciones de consumo: renovarse o morir puede que sea la reflexión de esta pandemia para los negocios, y porque no, también para los clientes.

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